Por fin lo terminé. Sí, reconozco que ha sido un trabajo que se me ha resistido. Comencé este proyecto en 2012 cuando Marisa de Al-abrigo, la diseñadora de este chal tan bonito, nos prupuso un KAL para tejerlo en grupo.
Comencé entonces muy ilusionada y cuando lo tenía casi terminado, un punto juguetón decidió escaparse rápidamente y fue imposible cogerlo, así que tuve que deshacer y volver a empezar. Y mala suerte, me volvió a pasar otra vez, así que aparqué el proyecto y ha estado guardado unos años hasta que este verano decidí retomarlo y terminar, con algo de miedo y mucho cuidadito, esperando que a la tercera fuera la vencida. Y así fue.
Me alegro muchísimo de haberlo hecho. Ha merecido la pena. Es un diseño precioso y la seda de Gretha and the fibers, un tesoro.